7 de junio de 2009

En la esquizofrenia la falta de conciencia por parte del paciente puede durar décadas



FUENTE: PUBMED. 2008 OCT

El psiquiatra Xavier Amador es Profesor de Psicología Clínica en la Universidad de Columbia (EEUU). Su carrera profesional se ha centrado en el estudio de trastornos como la depresión bipolar o la esquizofrenia. La experiencia con la enfermedad de su hermano fue decisiva. Autor de varios libros, ha conseguido convertir un libro sobre esquizofrenia '¡No estoy enfermo, no necesito ayuda!' en todo un superventas. Recientemente ha participado en Sevilla en el V Encuentro del Proyecto Adherencia Terapéutica en la Esquizofrenia (ADHES).

Cuestionado sobre por qué las personas con esquizofrenia rechazan la medicación, Amador indica que estas personas no entienden que tienen una enfermedad, ni que se comportan de manera diferente a los demás. Tampoco ven los síntomas que la familia, los médicos y las personas de la calle ven. La falta de conciencia puede durar décadas. En España hay más de 200.000 personas con esquizofrenia que siguiendo su propio sentido común rechazan el tratamiento. Algo lógico si uno cree que no está enfermo. No se debe a que sean irresponsables o inmaduros, ni al miedo estigma. Es un síntoma más de su trastorno cerebral, como los delirios o las alucinaciones.

Los familiares de un enfermo con esquizofrenia, lo primero que tienen que hacer es no culpar a la persona. Es muy común pensar que el paciente está siendo inmaduro. Con todo ello su método se basa en cuatro pasos: el primero, dejar de tratar de convencer a la persona de que es un enfermo mental; el segundo, escucharle y respetar su punto de vista; el tercero, averiguar lo que el paciente quiere en su vida y, el cuarto, unir ese anhelo a la visita a un psiquiatra. El segundo paso es en el que fallamos la mayoría de los familiares, porque pensamos que empeoraremos su enfermedad. Por ejemplo, si el punto de vista de un enfermo es que la CIA le persigue, no se debe discutir con él y tampoco decir que se le cree. La clave está en repetir y decirle: “Entonces, para que yo lo entienda, lo que a ti te preocupa es que la CIA te persigue ¿no?”.

Lo que ocurrirá es que, eventualmente, el paciente te preguntará si le crees y ahí es cuando yo recomiendo utilizar las 3A [por las siglas en inglés de disculpa, reconocimiento y acuerdo]. Por seguir con el mismo ejemplo, yo le diría al paciente: “Perdona, y sé que puedo estar equivocado, pero yo no veo signos de que la CIA te persigue. Espero que respetes que podamos estar en desacuerdo”. A partir de ahí hay que pasar a los pasos tres y cuatro. Es posible que lo que te diga el paciente es que él quiere independizarse y tú le puedes decir, por ejemplo, que yendo a un psiquiatra y tomando la medicación será más fácil que pueda llevar una vida independiente.


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