7 de junio de 2009

El brazo corto del cromosoma 8 "clave" en el cancer y en la esquizofrenia



En el brazo corto del cromosoma 8 se encuentran un número importante de genes que codifican proteínas que controlan la proliferación y/o muerte celular, y que pueden jugar un papel relevante en procesos normales como el desarrollo cerebral o la respuesta inmune, en procesos patológicos como algunas enfermedades neuropsiquiátricas (esquizofrenia, autismo, enfermedad bipolar y depresión) y neurodegenerativas (Enfermedad de Parkinson y Alzheimer). Estos genes también participan en el desarrollo de algunos tipos de cáncer.

Así lo señala una investigación desarrollada por el Prof. Rafael Tabarés-Seisdedos, del Departamento de Medicina de la Universitat de València e investigador del CIBERSAM del Ministerio de Ciencia e Innovación, y el Prof. John Rubenstein, director del Nina Ireland Laboratory of Developmental Neurobiology de la Universidad de California, San Francisco.

"Actualmente, existe evidencia epidemiológica muy sólida respecto a una menor incidencia de algunos tipos de cáncer (especialmente el de pulmón) en los pacientes esquizofrénicos y en sus familiares de primer grado en comparación con la población general, a pesar de que estos pacientes suelen ser grandes fumadores. Esta asociación negativa apunta a la existencia de los mismos factores genéticos que protegen para un proceso, pero predisponen para otro", declara el Prof. Tabarés-Seisdedos.

"Es importante entender que nos jugamos mucho: el cáncer, el autismo o la esquizofrenia son enfermedades complejas con dramáticas consecuencias para muchas personas de manera que cada paso que pueda darse para desentrañar los mecanismos de estas enfermedades, cada nuevo test diagnóstico o avance terapéutico tiene el potencial de mejorar la calidad de vida de muchas personas", señala el Prof. Tabarés-Seisdedos.

El análisis de los genes del cromosoma representa una fuente rica para el entendimiento de las conexiones entre distintas enfermedades que actualmente se consideran diferentes", apuntan las conclusiones del trabajo.


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Eurocámara y Salud Mental


FUENTE: EUROPA PRESS. 2009 FEB

Uno de cada cuatro europeos sufre algún tipo de trastorno mental por lo menos una vez en su vida, siendo la depresión uno de los trastorno más comunes y que, según los expertos, se convertirá en 2020 en la segunda causa de discapacidad en el mundo desarrollado, de acuerdo con los datos que maneja la Eurocámara. Mientras, el coste de las enfermedades mentales y su tratamiento sanitario se eleva al 3 o 4% del Producto Interior Bruto de los Estados miembros.

Con todo ello el pleno de la Eurocámara acaba de adoptar un informe en el que defiende apostar por la prevención de los trastornos mentales en la Unión Europea, reclama que los problemas de salud mental se traten en los servicios generales de salud formando de manera adecuada, para ello, a médicos generalistas y, asimismo, asegurar la integración de los enfermos mentales en el sistema educativo y mercado laboral.

Los eurodiputados reclaman en su informe dar prioridad a la prevención de los trastornos mentales a través de intervenciones sociales, prestando especial atención a los grupos vulnerables -menores, emigrantes, desempleados o discapacitados- e introducir su detección precoz en los servicios generales de salud. El texto ha salido adelante con los votos a favor de 616 eurodiputados, 24 en contra y 12 abstenciones.
Por ello, instan a los Estados miembros a poner en marca cursos de formación específicos para formar a médicos generalistas y personal psiquiátrico a fin de reconocer mejor los riesgos de suicidio. El 90% de los más de 50.000 suicidios que se registran en Europa cada año son atribuibles a un trastorno mental.

Además, exigen a los Veintisiete fomentar la no discriminación en cuanto a acceso de tratamientos cuando la prevención no sea suficiente y les piden también que reconozcan a las personas con problemas de salud mental su derecho a un acceso igualitario, pleno, adecuado a la Educación, la formación y el empleo y les garanticen un apoyo adecuado a sus necesidades.

La autora del informe, la eurodiputada socialista griega Evangelina Tzampazi, instó a los Estados miembros a impulsar programas de apoyo para los padres y creen puestos de consejero en todas escuelas secundarias para atender las necesidades sociales y emocionales de los adolescentes. Tzampazi subrayó además la necesidad de establecer relaciones entre escuelas, padres, servicios de salud y la comunidad para reforzar la integración social de los jóvenes con desórdenes mentales.

En el caso de los enfermos mayores, los eurodiputados instan en su informe a los Estados miembros promover la vejez sana y activa, garantizando su participación en la vida social y desarrollando sistemas flexibles de jubilación. También piden más investigación en la prevención y tratamiento de trastornos neurodegenerativos como el Alzheimer y otras enfermedades mentales relacionadas con la edad.

Los eurodiputados piden muy especialmente en su informe a los Estados miembros que apoyen la contratación de personas con desórdenes mentales puesto que el lugar de trabajo desempeña un papel "central" para su integración social.

Además, la Eurocámara anima a los Veintisiete a impulsar estudios sobre condiciones laborales que pueden contribuir a la aparición de estos trastornos, especialmente en el caso de las mujeres dado que una de cada seis en Europa, padece depresión y, por otra parte, insta a la Comisión Europea a reclamar a empresas y organismos públicos la publicación anual de informes sobre sus políticas para promover la salud mental de sus trabajadores.

Los eurodiputados defendieron aprovechar las posibilidades de financiación disponibles del Séptimo Programa Marco para aumentar la investigación de enfermedades mentales y instaron a los Estados miembros a explorar otras vías de financiación, por ejemplo, a través del Fondo Social Europeo y el Fondo Europeo de Desarrollo Regional.


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Uno por ciento Esquizofrenia


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Esquizofrenia: Estrés y Genética


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El misterio de la Esquizofrenia




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Detección precoz

 

Web en inglés que dispone de recursos valiosos para la detección temprana y tratamiento de aquellas personas que se encuentran en situación de riesgo para la psicosis. Pincha en la siguiente imagen para acceder a la Web:

EIlogo2



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En la esquizofrenia la falta de conciencia por parte del paciente puede durar décadas



FUENTE: PUBMED. 2008 OCT

El psiquiatra Xavier Amador es Profesor de Psicología Clínica en la Universidad de Columbia (EEUU). Su carrera profesional se ha centrado en el estudio de trastornos como la depresión bipolar o la esquizofrenia. La experiencia con la enfermedad de su hermano fue decisiva. Autor de varios libros, ha conseguido convertir un libro sobre esquizofrenia '¡No estoy enfermo, no necesito ayuda!' en todo un superventas. Recientemente ha participado en Sevilla en el V Encuentro del Proyecto Adherencia Terapéutica en la Esquizofrenia (ADHES).

Cuestionado sobre por qué las personas con esquizofrenia rechazan la medicación, Amador indica que estas personas no entienden que tienen una enfermedad, ni que se comportan de manera diferente a los demás. Tampoco ven los síntomas que la familia, los médicos y las personas de la calle ven. La falta de conciencia puede durar décadas. En España hay más de 200.000 personas con esquizofrenia que siguiendo su propio sentido común rechazan el tratamiento. Algo lógico si uno cree que no está enfermo. No se debe a que sean irresponsables o inmaduros, ni al miedo estigma. Es un síntoma más de su trastorno cerebral, como los delirios o las alucinaciones.

Los familiares de un enfermo con esquizofrenia, lo primero que tienen que hacer es no culpar a la persona. Es muy común pensar que el paciente está siendo inmaduro. Con todo ello su método se basa en cuatro pasos: el primero, dejar de tratar de convencer a la persona de que es un enfermo mental; el segundo, escucharle y respetar su punto de vista; el tercero, averiguar lo que el paciente quiere en su vida y, el cuarto, unir ese anhelo a la visita a un psiquiatra. El segundo paso es en el que fallamos la mayoría de los familiares, porque pensamos que empeoraremos su enfermedad. Por ejemplo, si el punto de vista de un enfermo es que la CIA le persigue, no se debe discutir con él y tampoco decir que se le cree. La clave está en repetir y decirle: “Entonces, para que yo lo entienda, lo que a ti te preocupa es que la CIA te persigue ¿no?”.

Lo que ocurrirá es que, eventualmente, el paciente te preguntará si le crees y ahí es cuando yo recomiendo utilizar las 3A [por las siglas en inglés de disculpa, reconocimiento y acuerdo]. Por seguir con el mismo ejemplo, yo le diría al paciente: “Perdona, y sé que puedo estar equivocado, pero yo no veo signos de que la CIA te persigue. Espero que respetes que podamos estar en desacuerdo”. A partir de ahí hay que pasar a los pasos tres y cuatro. Es posible que lo que te diga el paciente es que él quiere independizarse y tú le puedes decir, por ejemplo, que yendo a un psiquiatra y tomando la medicación será más fácil que pueda llevar una vida independiente.


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Mi viaje al mundo de la Esquizofrenia

Intentos de suicidio, delirios, manías persecutorias, euforia, depresión… Durante un año, la cineasta Ione Hernández convivió con enfermos de esquizofrenia. Su objetivo era retratar en un documental una de las enfermedades más temidas por la sociedad. El resultado de su trabajo nos descubre la lucidez que emerge más alla de la locura. Y cómo sus miedos son también los nuestros. Sienten miedo. La vida los asusta. Saben que morirán sin superarlo. Conocen el psiquiátrico, numerosos intentos de suicidio y la desesperanza. Son personas que sufren –las llaman `enfermos´– a las que conocí mientras realizaba un documental titulado Uno por ciento, esquizofrenia.


Ese miedo que sienten yo también lo tengo, por eso me asustaba la idea de penetrar en esos rincones que la sociedad oculta. Temía sentir demasiado, verme rodeada de elementos que la mayoría de las veces preferimos evitar. Recuerdo a un amigo: «No te metas ahí, ¿para qué?». No le hice caso y acepté la invitación de Julio Medem, productor de esta película sobre una enfermedad que en España sufren más de 400.000 personas.


Pasé meses hablando con pacientes, con sus familiares –sus madres, sobre todo– y con psicólogos y psiquiatras. Más tarde me encerré en la sala de montaje y profundicé aún más en ese mundo doloroso, trágico, en el que sus mentes piden a gritos llamadas de socorro ante situaciones insoportables: los delirios. Así, me he acercado a ellos con mis propios miedos y otras sensaciones calladas. Yo preguntaba; ellos respondían. Su pasado y presente, enteros y desnudos; desprotegidos o, quizá, más protegidos y fuertes que nunca, porque su verdad ya no necesita demostrar nada.


«Sufro una enfermedad mental que se llama esquizofrenia.» Así abría Montse Fernández su entrevista, contando, siete años después, lo que le empezó a pasar cuando tenía 20 (la enfermedad suele manifestarse al final de la pubertad y el inicio de la edad adulta). Montse miraba a la cámara buscando complicidad. Durante dos horas lloré en silencio, conmovida; en más de una ocasión le pregunté si estaba bien. «Sí», respondía ella. Y seguía. «Notaba algo en mi cabeza, no sabía el qué, pero algo no funcionaba bien. Me encerré en casa. Un año entero sin comunicarme con nadie, sólo con mi madre, y le mentía cuando me llamaba. Le decía que estaba trabajando. ‘Mamá, ahora no puedo hablar contigo que me voy a trabajar’. Era mentira. Pasaba encerrada en casa todo el santo día, sin hacer nada.» Y cuando salía, sufría. «La gente en el metro me miraba y me tiraba besos; y en la calle se giraban todos para hablar conmigo.»


Al acabar de rodar se quedó a cenar con el equipo. Parecía a gusto entre aquellos desconocidos que la escuchaban. Al irse, nos abrazamos y los días siguientes nos mandamos mensajes por el móvil. Me decía que estaba animada, con ganas de hacer cosas. Durante todo el montaje, Montse es a quien más presente he tenido. Su entrevista fue la más poderosa y me dio pistas para saber cómo enfocar el trabajo.


La ausencia de su padre, que la abandonó; los reproches de sus hermanos subrayando que, en idénticas circunstancias, no habían terminado así; y la culpa por no corresponder a los cuidados de su madre. «¡Pobrecita!, que me venía a visitar al psiquiátrico y le decía que no la quería. ¡Encima que venía después de estar todo el día trabajando!» Del psiquiátrico, Montse guarda malos recuerdos, señalando el abandono por parte de las instituciones: «Imagínate: los siete días de la semana, con sus 24 horas, encerrada, y a buscarte la vida. Nada que hacer. Sólo te dan normas, y si quieres que te visite un médico, tienes que montarla, porque, si lo pides y aparentemente no pasa nada, no vienen». Montse, como el resto de los entrevistados, intentó el suicidio. Lo cuenta con naturalidad: «La paranoia te da por eso».


Lo que más me ha conmovido no han sido los delirios ni las tentativas de suicidio, sino el sufrimiento innecesario que viven a diario, por padecer una enfermedad mental, una situación tan humana como no padecerla, y no tener un apoyo real para atenderla. Frases como éstas pueblan sus testimonios: «En cuanto me pongo mal, me entra mucho miedo». «Me da mucho miedo la vida.» «Te entra miedo, quieres huir, no puedes.» «Tengo miedo a hacer daño, a sentirme así. Me encierro.» El miedo estaba siempre presente. En ellos, en sus familiares, también en todos nosotros.


La lucidez con la que Xabi, otro protagonista, habla de su enfermedad –pide que se exploren nuevas vías de curación– confirma el sentimiento de exclusión e impotencia. Vive con su compañera. Han sido rechazados por sus familias. Xabi terminó la entrevista cansado. Son los efectos secundarios de la medicación. La naturalidad y entrega iniciales, su necesidad de reivindicar dignidad, se fueron desvaneciendo. Fue traumático repasar su vida. Sentí su cansancio, no de la entrevista, sino de todos sus años de lucha. «Me moriré sin superarlo.»


La tristeza y desesperanza que no se merecen los ojos de Montse se repetían en la voz de Xabi. Recuerdo sentirme incómoda. No dejaba de ser una desconocida a la que entregaban lo más valioso que poseen: la historia de sus vidas, sin reparos, sin protección... Demasiado acostumbrados al juicio social que los rechaza, supongo que mis preguntas no generaban ninguna necesidad, más allá que la de ser ellos mismos.


Mario, que prefiere llamarse así, describe su experiencia reviviendo la impotencia que sentía: «Tenía una mezcla de sentimientos de rabia y de angustia. Pensaba en coger el cuchillo un montón de veces y cortarme el pescuezo; no podía más».


Efrén hacía sólo una semana que había intentado acabar con su vida, pero eso no le impidió acudir a la entrevista. Estudiaba Bellas Artes cuando comenzaron los delirios. Su paso por Madrid, entre farras y consumo de drogas, lo llevó al borde del suicidio y al psiquiátrico. «Noches enteras sin dormir. Empiezas a sentirte en un hoyo, escuchas voces, te hablan, y tan pronto te sientes bien como que te empiezas a sentir mal, mal y mal…»


Mario, de nuevo: «La televisión me mandaba rayos. Me tiraba al suelo como Rambo y me metía en la cama de mi madre. Era como si secuestraran mi mente. Me obligaban a comer por el lado derecho, pero no podía. Cuando salía a la calle, los maricones me perseguían. Me entraban ganas de matarlos».


Antonio está casado, tiene dos hijos y sabe que sin el apoyo de su mujer no estaría aquí: «Creía que me perseguía el demonio y yo sólo quería huir». El relato de sus delirios no me hizo magnificar la percepción del drama que implica la enfermedad. La desestructuración de sus familias y el gran estigma social que sufren hacen que la cuestión se dirija de nuevo a nosotros. ¿Cómo es posible que el mundo se haya organizado civilizadamente con unos niveles de exclusión tan grandes y tan justificados –social, política y científicamente–, con un grupo de personas tan desgraciadas a cuya enfermedad se añaden pobreza y rechazo de todo tipo? Me acuerdo de Efrén, quien casi con indiferencia me dijo: «Yo no puedo ir a ningún lugar y decir: ‘Hola, me llamo Efrén Corrales y sufro una enfermedad mental que se llama esquizofrenia’. Salen corriendo». Hoy, que escribo este artículo, me he enterado de que Efrén ha vuelto a ser ingresado.


Ahora, todos están bajo tratamiento. El diagnóstico les dice que sufren de trastorno esquizoparanoide, esquizofrenia residual y psicosis esquizofrénica diferencial. Montse, Xabi, Antonio, Mario, Efrén, Andrés, todos toman su medicación diaria: antidepresivos, tranquilizantes, ansiolíticos, antipsicóticos. A Montse le sale leche de los pechos. Xabi ya no puede llorar y cuando tiene relaciones con su novia no eyacula. La medicación los atonta, les seca la boca. Se ponen feos, engordan y tienen sensaciones extrapiramidales. Consumen una media de cuatro pastillas al día. ¿Por cuánto tiempo? ¿Toda la vida? Ésta es una de las grandes cuestiones relacionadas con el uso de los fármacos: por un lado, el delirio no se puede dejar extender, pero en función del uso de la medicación se puede paralizar todo.


El debate hoy no se plantea en torno al empleo o no de los medicamentos, sino en cómo se utilizan. Los más de 20 psiquiatras y psicólogos con los que he hablado coinciden en que sería una barbaridad no tratar un brote psicótico con ellos. Es más, no frenar el delirio puede acarrear la pérdida de masa cerebral.

¿Pero por qué nuestra sociedad no invierte en el elemento fundamental para la salud mental, que son los recursos humanos? ¿Por qué sigue siendo el fármaco el único avance que se aplica y llega a todos los programas?: «Porque la investigación sigue estando en manos de la industria farmacológica y las instituciones no dedican el presupuesto necesario de la demanda más importante». Es la ausencia de una terapia psicosocial complementaria lo que realmente preocupa a todos los expertos.


Xabi insiste en sus reivindicaciones: «Los que mejor conocemos nuestra enfermedad somos nosotros mismos». Investiga sobre su dolencia. Prueba nuevas posibilidades. La medicación ayuda a estabilizar los fluidos del cerebro que están desordenados, concede Xavi, pero «lo que no te dicen los médicos es que, por medio de la emoción y la afectividad, esos fluidos químicos que están desordenados se pueden ordenar».


Los psiquiatras, en el fondo, no saben lo que es la esquizofrenia, pero dicen que es la enfermedad clave, ya que reúne todas las características de las patologías psiquiátricas. El origen puede obedecer a factores biológicos, genéticos y psicosociales, pero se trata, ante todo, de una respuesta humana ante una situación humana: la imposibilidad de control sobre la propia voluntad.


Las cintas grabadas se iban acumulando. En los viajes con el equipo a Barcelona, Sevilla, Bilbao, Mérida, todos empezamos a compartir las sensaciones tras las entrevistas. Nos habíamos hecho demasiadas preguntas sobre nosotros mismos mientras ellos hablaban. Estábamos más cerca de ellos…, y de nosotros. Ya no había distancia. El abismo que la sociedad crea entre estas personas y el resto es enorme, y lo complica todo aún más.


Tras varios meses de montaje, memorizando sus vidas, recuerdo el hartazgo cotidiano del camino: de la productora a casa, de casa a la productora. Ellos me acompañaban y me aupaban a diario. La repetición de sus vivencias las acentuaba en mi memoria y experimenté más de cerca lo que contaban. Entendí su valía. Agradecía a diario aquellas entrevistas con auténticos luchadores, con su dignidad anónima, enfrentándose al miedo más profundo con las escasas herramientas que les hemos dejado.


Ione Hernández


Artículo extraído del XLSemanal

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Asociaciones




Federación madrileña pro-salud mental (FEMASAM)
Dirección: C/ Manuel Fernández Caballero, 10 - Local - 28019 Madrid
Horario: Lunes a Jueves: 9:00 - 14:00 h, 16:00 - 19:00 h - Viernes: 9:00 - 15:00 h
Teléfono: (91 ) 472 98 14
Página Web: http://www.femasam.org
Correo electrónico: femasam@femasam.org


Asociación de familiares y amigos de enfermos psíquicos (AFAEP)

Dirección: C/ Arturo Soria, 204 (Clinica San Miguel) - 28043 Madrid
Horario: Lunes a Viernes: 9:00 - 15:00 h, Miercoles y Viernes: 16:00 - 20:00 h
Teléfono: (91 ) 416 84 75 / (91 ) 413 50 11
Página Web: No Disponible
Correo electrónico: afaep@hotmail.com


Asociación en lucha por la salud mental y los cambios sociales (ALUSAMEN)

Dirección: C/ Peña Gorbea, 4 (Centro de Salud de Vallecas) - 28018 Madrid
Horario: Lunes a Viernes: 16:00 - 20:00 h
Teléfono: (91 ) 477 18 66
Página Web: No Disponible
Correo electrónico: alusamen1990@yahoo.es

Asociación madrileña de amigos y familiares de enfermos con esquizofrenia (AMAFE)

Dirección: C/ Ruiz Perelló, 7 - 28028 Madrid
Horario: Lunes a Viernes: 9:30 - 14:30 h, 17:00 - 20:00 h
Teléfono: (91 ) 361 27 68
Página Web: http://www.amafe.org/
Correo electrónico: amafem@teleline.es

Asociación Psiquiatría y Vida

Dirección: C/ Colomer, 14 - 28028 Madrid
Horario: Lunes a Viernes: 10:00 - 14:00 h, 17:00 - 21:00 h
Teléfono: (91 ) 355 36 08
Página Web: No Disponible
Correo electrónico: psiquiatriayvida@yahoo.es

Asociación salud y ayuda mutua (ASAM)

Dirección: C/ Los Yébenes, 241 (Colegio Hernando de Soto)
Horario: Lunes a Viernes: 10:00 - 14:00 h, 16:00 - 20:00 h
Teléfono: (91 ) 717 97 29 / (91 ) 509 94 77
Página Web: No Disponible
Correo electrónico: asam1991@telefonica.net

Asociación de usuarios de centros de salud mental, familiares y allegados (MENSANA)

Dirección: C/ Mª Teresa Saenz de Heredia, 18 - 28017 Madrid
Horario: Lunes, Miercoles y Jueves: 18:00 - 20:00 h
Teléfono: (91 ) 405 58 67
Página Web: No Disponible
Correo electrónico: menssanaasociacion@yahoo.es

Asociación para la integración social de enfermos psíquicos (APISEP)

Dirección: C/ Pablo Coronel, 34 (Local) - 28802 Alcalá de Henares (Madrid)
Horario: Lunes: 10:00-12:00, 17:00-20:00 - Martes y Viernes: 16:30-18:00 - Miercoles y Jueves: 10:00-12:00 h
Teléfono: (91 ) 883 29 70
Página Web: No Disponible
Correo electrónico: apisepnet@jazzfree.com

Asociación salud y alternativas de vida (ASAV)

Dirección: Paseo de Colón s/n - 28911 Leganes (Madrid)
Horario: Martes: 17:00 - 20:00 h
Teléfono: (91 ) 586 64 91 / (91 ) 608 34 07
Página Web: No Disponible
Correo electrónico: asav7@hotmail.com

Asociación Mente y Sociedad

Dirección: Avda. de Irún, s/n (Centro de Servicios Sociales San Fernando de Henares) - 28830 San Fernando de Henares (Madrid)
Horario: Lunes, Martes, Jueves y Viernes: 16:00 - 20:00 h
Teléfono: (91 ) 671 11 57 / (91 ) 674 00 14
Página Web: No Disponible
Correo electrónico: No disponible

Asociación pro-ayuda salud esperanza y vida (APASEV)

Dirección: C/ Virgen de Iciar, 17 - Univerdidad Popular de Alcorcón, aula 13-18 - 28921 Alcorcón (Madrid)
Horario: Lunes a Viernes: 10:00 - 14:00 h
Teléfono: (91 ) 644 35 15
Página Web: No Disponible
Correo electrónico: apasev@telefonica.net

Asociación salud y vida de la sierra noroeste de Madrid (ASAVI)

Dirección: C/ Cercedilla, 4 - 1º A - 28400 Collado Villalba (Madrid)
Horario: Lunes a Viernes: 10:30 - 14:30 h, Martes a Viernes: 17:00 - 20:00 h
Teléfono: (91 ) 850 90 75
Página Web: http://www.asavi.org
Correo electrónico: asavi@asavi.org

Asociación de familias de enfermos mentales (AFEM)

Dirección: Avda. de las Ciudades, s/n (Centro Cívico las Margaritas) - 28903 Getafe (Madrid)
Horario: Lunes a Viernes: 10:00 - 14:00 h, 16:00 - 20:00 h
Teléfono: (91 ) 601 69 34
Página Web: http://www.nodo50.org/afemgetafe/
Correo electrónico: afemgetafe@nodo50.org

A
sociación de familiares y afectados de la salud mental (AFASAME)
Dirección: C/ Dos de Mayo, 6. Centro ACTUA - 28700 San Sebastián de los Reyes (Madrid)
Horario: Lunes a Viernes: 17:00 - 20:00 h, Sabados: 16:00 - 20:00 h
Teléfono: (91 ) 663 78 82
Página Web: No Disponible
Correo electrónico: afasame@wanadoo.es

Asociación Bipolar de Madrid (ABM)

Dirección: Paseo General Martínez Campos, 36 - 28010 Madrid
Horario: Lunes, Miercoles y Viernes: 19:00 - 20:30 h
Teléfono: (91 ) 319 52 60
Página Web: No Disponible
Correo electrónico: abipomadrid@hotmail.com

Entidad: Asociación de familiares Martínez Campos (AFAMAR)

Dirección: Pº General Martínez Campos, 36 - 28010 Madrid
Horario: 2º y Ultimo Martes de Mes: 18:00 - 19::30 h, Jueves:: 18:00 - 19:00 h
Teléfono: (91 ) 319 32 08
Página Web: No Disponible
Correo electrónico: No disponible

Asociación de familiares de enfermos mentales del area noroeste (AFEMAN)

Dirección: Concejalía de Familia y Bienestar Social - C/ Demetrio de la Guerra, 1 - 28223 Pozuelo de Alarcón (Madrid)
Horario: Miercoles: 18:30 - 20:30 h, Viernes: 10:00 h
Teléfono: (91 ) 352 33 51 / (91 ) 715 43 53
Página Web: No Disponible
Correo electrónico: afeman@telefonica.net

Asociación de familiares de adultos con problemas de personalidad (AFAP)

Dirección: Ctra. de Guadalix, km. 2 - 28723 Pedrezuela (Madrid)
Horario: Lunes a Viernes: 09:00 - 18:00 h
Teléfono: (91 ) 843 34 16
Página Web: No Disponible
Correo electrónico: a.afap@wanadoo.es

Asociación de familiares y amigos de enfermos mentales de Moratalaz (AFAEMO)

Dirección: C/ Arroyo Fontarron, 417 Dcha. - 28030 (Madrid)
Horario: Miercoles: 16:00 - 20:00 h
Teléfono: (91 ) 773 68 53 / (91 ) 773 79 63
Página Web: No Disponible
Correo electrónico: No disponible

Asociación de usuarios de la salud mental de Móstoles (AUSMEN)

Dirección: C/ Azorín, 32-34 (Centro Social Ramón Rubial) - 28935 Mostoles (Madrid)
Horario: Lunes a Jueves: 17:00 - 19:00 h
Teléfono: (91 ) 614 78 47
Página Web: http://www.galeon.com/aus-men
Correo electrónico: ausmem@wanadoo.es

Asociación de familiares de enfermos mentales de Valdemoro (AFEMV)

Dirección: C/ Río Manzanares, 4 - 1ª Planta, aula 8 - 28340 Valdemoro (Madrid)
Horario: No disponible
Teléfono: (91 ) 809 57 59
Página Web: No Disponible
Correo electrónico: afemv@hotmail.com

Asociación de familiares de enfermos mentales Area 5 (AFAEM-5)

Dirección: C/ Sangenjo, 39 - 3º F - 28034 Madrid
Horario: Martes: 16:00 - 20:00 h
Teléfono: (91 ) 739 01 75
Página Web: No Disponible
Correo electrónico: afaem5@wanadoo.es

Asociación salud ayuda mutua de Aranjuez (ASAMA)

Dirección: C/ Abubilla, 11 - Bajo - 28300 Aranjuez (Madrid)
Horario: Lunes y Miercoles: 18:00 - 19:00 h, Martes: 12:00 - 13:00 h
Teléfono: (91 ) 801 13 85
Página Web: No Disponible
Correo electrónico: jmariasaura@wanadoo.es


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Introducción a la Guía

La esquizofrenia es una enfermedad de la mente. Es una enfermedad universal que afecta a todas las culturas y paises. Según distintos estudios puede llegar a afectar al 1% de la población mundial. Las manifestaciones de la enfermedad son complejas y diversas, pero está claro que interfieren en la capacidad de la persona que la padece de distinguir entre lo que es real y lo que no lo es. Además, interfieren en la capacidad del enfermo de controlar sus emociones, emitir juicios, pensar con claridad y comunicarse.

La esquizofrenia es uno de los trastornos mentales mas graves e incapacitantes que existe. Su coste social es importante, porque a lo que cuesta cuidar a los enfermos hay que sumarle lo que estos dejan de producir. Según un estudio clínico sobre el perfil de la esquizofrenia en España, tres cuartas partes de los esquizofrénicos españoles (73%) ni estudian ni trabajan, y nueve de cada diez dependen por completo de su familia para subsistir.

Las familias proporcionan a los enfermos un hogar, ayuda económica y soporte emocional. La realidad que observamos diariamente es que el trastorno y las consecuencias del manejo de la enfermedad provocan una gran carga y estrés en las familias que derivan con facilidad en problemas físicos para los cuidadores, restricciones en la vida social de la familia, relaciones familiares tensas, etc. sin olvidar las dificultades laborales (algunos familiares se ven obligados a reducir sus horarios de trabajo o a abandonarlo para dedicarse al cuidado de su familiar enfermo) y el incremento de los gastos familiares.

Además de todo esto, no hay que olvidar que la esquizofrenia es una de las enfermedades que conlleva un mayor grado de estigmatización y rechazo social. Esta estigmatización no sólo se da en el enfermo sino también en su familia, que siente una importante pérdida de estatus y reputación.

El objetivo de esta página es ayudar a estas familias, con la seguridad de que la información que aquí van a encontrar les va a ayudar a entender un poco mejor la enfermedad y a solucionar problemas concretos que mejorarán la calidad de vida del enfermo y de su familia.


Nota del autor: Os agradeceria que si después de leer la página os ha sido de utilidad, teneis alguna sugerencia o veis algún punto mejorable dejeis vuestro comentario reflejado.


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Sintomas psicóticos


La esquizofrenia es con frecuencia descrita, erróneamente, como un "desdoblamiento de la personalidad". Esta puede ser la traducción literal, pero la esquizofrenia es una enfermedad mental que afecta seriamente el curso de pensamiento, la vida afectiva y la conducta general de la persona que la padece.


Las personas con esquizofrenia sufren síntomas psicóticos. Entre estos síntomas se incluyen alucinaciones (percepción sin objeto que percibir, observan las cosas de modo diferente, observan cosas que sólo ellos pueden ver), delirios (ideas "raras" que el paciente antes no tenía, percepciones falsas de naturaleza paranoide o extravagante), trastornos del pensamiento o miedo.


Las ideas delirantes, visiones y alucinaciones son conocidas como síntomas positivos. Es todo aquello que el paciente "tiene de más" con respecto a una persona sana, lo que el cerebro "se inventa". Los ''síntomas negativos" aparecen también después de un tiempo: las personas que los sufren se aíslan, muestran muy poca iniciativa y tienen una vida emocional embotada. El paciente pierde la capacidad para realizar cosas que antes podía realizar. A menudo, las personas con esquizofrenia sufren también aislamiento social, es decir, les resulta difícil entablar contacto con otras personas y tienen dificultades para funcionar normalmente en condiciones de estrés. Son también comunes los trastornos del curso del pensamiento, deteriorándose a consecuencia de ello los resultados escolares o afectando a la actividad laboral (Para el diagnóstico de la esquizofrenia es necesario que esto ocurra al menos durante 6 meses)

Una importante característica es que las personas con esquizofrenia no perciben que sufren una enfermedad. No tienen "conciencia de enfermedad", lo que hace muy difícil su tratamiento. Estas personas pierden el contacto con la realidad

Los siguientes síntomas son signos tempranos de advertencia de una esquizofrenia:

  • Aislamiento social. No pasar mucho tiempo con personas de su propia edad.
  • Pérdida de memoria.
  • Trastornos de percepción.
  • Pensamientos de que alguien habla sobre ellos y de que las cosas se están haciendo a su espalda.
  • Preocupación extrema en materia de religión, filosofía, ocultismo, etc, cuando antes no existía.
  • Trastornos del pensamiento: incoherencia, argumentos irracionales o abstractos
  • Testarudez
  • Déficit o disminución de la atención: se despista facilmente.
  • Tristeza, depresión.
  • Agresividad, irritabilidad, hostilidad inesperada.
  • Falta de energia.
  • Alteraciones del sueño: se levanta a menudo por las noches y duerme durante el día,
  • Miedo, agitación de las manos, voz temblorosa.
  • Pérdida de apetito, o apetito voraz.
  • Abandono de la higiene personal, p.ej.: difícilmente se ducha o se lava.
  • Problemas de tiempo para organizarse. Hiperactividad inútil.
  • Ideas raras.

En un episodio psicótico, pueden aparecer los siguientes síntomas:

  • alucinaciones
  • ideas delirantes
  • uso peculiar de palabras o raras estructuras de lenguaje, pensamientos incoherentes
  • trastorno emocional
  • trastorno de personalidad

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Alucinaciones y delirios...

Delirio copia

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Alucinaciones y delirios...

Alucinaciones

Durante un episodio psicótico, las personas con esquizofrenia ven y oyen cosas, perciben sabores o sensaciones, que no son reales.

Estas personas están tan convencidas de que sus percepciones son reales que actúan de acuerdo con ello. VIVEN EN SU REALIDAD. Por ejemplo, pueden escuchar voces que ninguna otra persona puede oír, o ver cosas que no están en realidad. Algunas pueden "sentir" literalmente que algo se mueve sobre o bajo su piel, que le han colocado un microchip en su cerebro para controlar su mente,... Los alimentos pueden tener un sabor diferente. Algunos creen que alguien está intentando envenenarlos.



Las personas con síntomas psicóticos, es decir, ideas delirantes y/o alucinaciones, SUFREN ENORMEMENTE. A veces, las voces que oyen son amenazantes o condenatorias o enfrentan a personas que se aman entre sí.


Ideas delirantes

La persona con ideas delirantes ocupa con frecuencia un papel central en el curso de esas ideas. Todos los acontecimientos que ocurren a su alrededor se relacionan con él. Por ejemplo, si ve a un grupo de personas hablando en la calle, puede llegar a pensar que estan tramando un plan para acabar con su vida. Los delirios de una persona con esquizofrenia son frecuentemente de naturaleza extraña: sus ideas son tan raras y extravagantes que no pueden ser verdad, lo que hace difícil para la persona que lo ve desde LA REALIDAD enterderle, pero para el paciente son reales. VIVE SU REALIDAD. Puede estar convencido de que Dios lo ha elegido para ser el redentor de Mundo o puede sentirse perseguido por mafias que quieren vengarse de él. Puede llegar a oir sus voces y hasta huele el gas que introducen por debajo de su puerta para asesinarle.

Las ideas delirantes ocupan un lugar tan importante en la percepción de la persona que toda su vida se ve drásticamente afectada. Por ejemplo, si una persona con ideas delirantes cree que alguien está intentando envenenarla, cambiará su dieta o puede dejar de comer durante largos períodos.

Existen muchos "tipos" de ideas delirantes: místicas, religiosas, de ruina, de perjuicio, megalomaníacas, celotípicas,....



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Causas de la Esquizofrenia

Aunque no se conocen las causas exactas de la esquizofrenia, parece ser que diversos factores aumentan el riesgo de padecer la enfermedad. Estos factores interactúan e influyen en el desarrollo y la evolución del trastorno, de forma que la importancia de unos y otros varía en función de las diferentes etapas del desarrollo del individuo.

Una serie de factores genéticos y complicaciones en el embarazo y el parto pueden influir en la predisposición del recién nacido a padecer la enfermedad. El momento de la vida en que se inicia la enfermedad depende del grado de vulnerabilidad de la persona (de lo sensible que es para padecer la enfermedad) y de su exposición a diferentes tipos de estrés. Los factores de estrés desencadenantes pueden tener una naturaleza biológica (ej.: abuso de drogas alucinógenas) o social (ej.: pérdida de un ser querido). Estos y otros factores y condicionantes también afectan a la evolución y el pronóstico de la enfermedad.

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Pensamiento, emoción, lenguaje y conducta

ALTERACIONES DEL PENSAMIENTO Y DEL LENGUAJE

La esquizofrenia afecta al curso normal de pensamiento de la persona. Los pensamientos pueden ser demasiado rápidos, volverse lentos, o no existir en absoluto. Durante la conversación, la persona puede saltar de un tema a otro y parecer confundida. Las personas con esquizofrenia pueden tener problemas para entender a otros. Además pueden presentar alteraciones mnésicas (de la memoria) y puede resultar dificil para ellos recordar cosas. Pueden hacer un uso peculiar de palabras (pudiendo incluso inventar palabras nuevas -neologismos-) o estructurar de forma extraña el lenguaje, de forma que surjan pensamientos incoherentes.


ALTERACIONES EMOCIONALES

Las personas con esquizofrenia pueden llegar a comportarse de manera 'extraña' y tener la idea de que se encuentran aisladas del resto del mundo. Pueden estar inusualmente excitadas o deprimidas, pero también temerosas o suspicaces. La afectividad está embotada: esto significa que las personas con esquizofrenia se muestran menos sensibles y no manifiestan tanto sus emociones como lo hacian con anterioridad.


ALTERACIONES DE LA CONDUCTA

Las personas con un episodio psicótico pueden ser extremadamente activas o estar aletargadas, reír en una situación triste o llorar con una broma. También pueden enojarse sin motivo aparente. Frecuentemente, los cambios de conducta están crelacionados con las ideas delirantes o las alucinaciones. Por ejemplo, si se creen amenazadas, llaman a la policía. Otros pacientes pueden dejar de comer si creen que alguien está intentando envenenarlos. A veces, esto puede generar un comportamiento extremadamente extraño y peligroso que les lleva, por ejemplo, a provocarse cortes o a la automutilación (ver fotos de D.Nebreda en la parte inferior).

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El problema de las recaidas...



Debemos tener en cuenta que aproximadamente el 75% de los pacientes esquizofrénicos que abandonan el tratamiento tienen alguna recaida.

Si existe un tratamiento eficaz entonces .... ¿por qué se producen recaidas?

  • La causa principal, aunque quizás no sea la única, es precisamente por abandonar el tratamiento.

¿Y por qué el paciente abandona el tratamiento?

  • A veces es por los efectos secundarios desagradables que producen los medicamentos usados para tratarla.
  • A menudo por la escasa o nula conciencia de enfermedad que tienen los enfermos ("Yo no estoy enfermo")
  • En ocasiones por dificultades de seguimiento por parte del psiquiatra por visitas muy distantes en el tiempo.
  • Otras veces por la opinión de personas cercanas al enfermo y que desconocen la enfermedad y los efectos de la medicación (consideran que son drogas que atontan y perjudican al paciente)

¿Qué consecuencias tienen las recaidas?

  • El empeoramiento de la calidad de vida del paciente y de sus familiares.
  • El aumento de la angustia y preocupación de los familiares y amigos.
  • El riesgo de actos antisociales que provocan la estigmatizan de todo lo relacionado con la enfermedad.
  • Mas ingresos hospitalarios y mas prolongados en el tiempo.
  • El incremento de los costes familiares y sociales.

¿Cómo podemos evitar las recaidas?

  • Manteniendo una constante eficacia del medicamento prescrito por el psiquiatra.
  • Asegurandonos de que el enfermo no abandone el tratamiento.

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El diagnóstico de la Esquizofrenia

La esquizogrenia, como la mayoría de los trastornos psiquiátricos, es muy difícil de diagnosticar. El diagnóstico depende de la eliminación de otras causas que podrían hacer aparecer síntomas que podrían confundirse con los de la esquizofrenia (por ejemplo, el consumo de drogas, la epilepsia, existencia de tumores cerebrales o una disfunción tiroidea). A veces, las personas pueden padecer síntomas mentales severos (o incluso psicosis) debido a problemas médicos subyacentes no detectados. Ese es el motivo por el cual, antes de diagnosticar a una persona de esquizofrenia, se debería realizar un examen físico y pruebas de laboratorio para descartar otras posibles causas. Entre las pruebas analíticas a realizar, se debería incluir un análisis de orina y de sangre para detectar la presencia de drogas, ya que ciertas drogas consumidas corrientemente pueden causar síntomas semejantes a los de la esquizofrenia.

Después de descartar otras causas, el psiquiatra tendrá que hacer un diagnóstico basado en los síntomas observados en el paciente, y en los comentarios del paciente y de su familia. Incluso entonces, los síntomas deberán estar presentes durante un mínimo de 6 meses para poder diagnosticar al paciente de esquizofrenia.


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Medicación antipsicótica

La función de los medicamentos antipsicóticos es la normalización de la transmisión de los impulsos nerviosos en el cerebro.

Los antipsicóticos reducen la sensibilidad del sistema nervioso central en los esquizofrénicos. La medicación actúa sobre el llamado sistema dopaminérgico (que regula ciertos tipos de comportamiento). La dopamina es un neurotransmisor que se eleva cuando la persona está en estado de alerta, como ocurre con otros neurotransmisores como la adrenalina, por ejemplo. Parece que en el cerebro de los pacientes con esquizofrenia hay un exceso de dopamina, lo que los hace especialmente sensibles a las situaciones estresantes. La medicación también actúa sobre otros sistemas, como el sistema serotoninérgico, que parece estar relacionado con el desarrollo de síntomas negativos de la enfermedad.



¿Cómo actúan los medicamentos antipsicóticos?

Los antipsicóticos actúan regulando los efectos de los neurotransmisores en ciertas áreas del cerebro. Es particularmente importante la acción que ejercen sobre la dopamina, pero también lo es el efecto sobre otros neurotransmisores como la serotonina. Es necesario que transcurran varios días o incluso varias semanas para que se observe una mejoría notable con la medicación, Una vez que un paciente se ha recobrado total o parcialmente del brote psicótico, la medicación actúa manteniendo la mejoría y previniendo una posible recaída.

¿Cómo se encuentra el fármaco y la dosis adecuada para cada paciente en concreto?

Algunas veces se tiene éxito enseguida pero otras veces se necesitan probar diferentes medicaciones. Esto es debido a la respuesta variable de los individuos a una misma medicación administrada. Existen muchos tipos de antipsicóticos y muchas dosificaciones diferentes. Por tanto, el
tratamiento óptimo tiene que ser establecido para cada individuo en concreto, el tiempo para ajustar este tratamiento también puede variar.

El objetivo perseguido es tratar los síntomas de la esquizofrenia de la forma más eficaz que sea posible, con la aparición de la menor cantidad posible de efectos secundarios.


¿Cuál es la eficacia de los fármacos antipsicóticos?

El tratamiento medicamentoso es, sin lugar a dudas, la manera más eficaz de combatir la esquizofrenia. Muchos estudios científicos demuestran que los antipsicóticos mejoran o eliminan por completo los síntomas positivos en la mayoría de los pacientes a las pocas semanas de iniciar el tratamiento . Si la medicación se administra durante largo tiempo (generalmente varios años), el riesgo de recaídas se reduce de manera considerable. Sin medicación antipsicótica, el 75% de los esquizofrénicos presentarán recaídas en menos de un año después de haber tenido un episodio de la enfermedad. La administración de un tratamiento a largo plazo puede reducir esta cifra al 15%. Se ha demostrado que la medicación retardada o “depot” puede ser muy útil en el tratamiento a largo plazo y cuando el paciente no cumple con el tratamiento correctamente.

¿Cuánto tiempo debe tomarse un tratamiento antipsicótico?

Como el tratamiento medicamentoso actúa rápidamente sobre los síntomas positivos y parcialmente sobre los síntomas negativos y actúa preventivamente frente a las recaídas debe continuarse:

  1. Durante tanto tiempo como duren los síntomas positivos y negativos.
  2. Durante todo el tiempo que exista un riesgo de recaídas (incluso aunque no existan síntomas agudos).

Según los últimos estudios, el tratamiento pr
eventivo de uno a dos años es el recomendado en los pacientes que han tenido su primer episodio. Después de 2 ó más episodios se recomienda seguir el tratamiento por lo menos durante 5 años.

El riesgo de recaídas puede mantenerse alto de manera indefinida y, por tanto, en este caso, el tratamiento antipsicótico debe mantenerse de forma continuada
.





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Psicoterapia individual

La psicoterapia individual consiste en conversaciones programadas regulares entre el paciente y una persona empática instruida para tal fin (ya sea este un psiquiatra, un psicólogo, un asistente social o un enfermer@). Las sesiones se pueden enfocar a problemas, experiencias, pensamientos, sentimientos o relaciones actuales o del pasado. Al compartir las experiencias con el psicoterapeuta, las personas con esquizofrenia pueden llegar a comprender mejor sus problemas y conocerse más a sí mismos, pueden aprender a distinguir lo real de lo que no lo es (de "su" realidad distorsionada).

Hay estudios que concluyen que la psicoterapia individual de apoyo, orientada a la realidad, y los enfoques cognitivo-conductuales que enseñan técnicas de resolución de problemas, son beneficiosos para los pacientes con esquizofrenia no hospitalizados. Sin embargo, no tenemos que olvidar que la psicoterapia no es un substituto de la medicación antipsicótica, es un complemento. Además resulta mucho más útil una vez que el tratamiento con fármacos haya aliviado los síntomas psicóticos más severos o agudos del paciente.

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Psicoeducación familiar

Desde que en España se produjo la reforma psiquiátrica, la inmensa mayoría de los pacientes con esquizofrenia cuando reciben el alta en los hospitales, pasan a ser atendidos por sus familias; por este motivo resulta muy importante que los familiares aprendan todo lo que puedan sobre la enfermedad, sobre las dificultades y los problemas que van asociados a ella. También resulta fundamental para los familiares aprender a identificar signos y síntomas que anuncien una posible recaída del paciente.



La "psicoeducación" familiar, que incluye la enseñanza de diversas estrategias de afrontamiento y resolución de problemas, ayuda a las familias a tratar más eficazmente con el familiar enfermo, mejora la convivencia y puede contribuir a una mejoría del paciente. En definitiva podemos concluir: "Si mi familiar enfermo está bien, yo también lo estoy"

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